CLINICA

El proyecto para esta clínica veterinaria consiste en la reforma de un local en bruto del año 1998, que nunca había sido utilizado. Se busca crear un espacio amable, con criterios ecológicos, poniendo especial atención en la elección de materiales y en el máximo aprovechamiento de la superficie disponible, la cual era bastante reducida para el programa requerido.
 
La clínica se diseña bajo parámetros “pet friendly”, por lo que se diferencian zonas de espera para gatos, separadas de las de perros, así como consultas independientes. Esto contribuye a reducir los signos tempranos de temor o ansiedad que suelen experimentar los animales al visitar este tipo de centros.
 
El proyecto plantea una clara separación entre las zonas públicas y privadas, de manera que las consultas funcionan como espacios intermedios antes del área de trabajo interna. La sala preparatoria actúa como eje vertebrador de esta zona, dando acceso a las salas de observación, diagnóstico por imagen y curas. Esta última se proyecta con carpinterías abatibles que permiten la apertura completa del espacio.